EL PP SE PEGA UN TIRO EN EL PIE Y MARCA EL INICIO DEL FIN DE FEIJÓO
El PP ha iniciado el año 2025 con una de las mayores meteduras de pata que se le recuerdan. En un ejercicio de irresponsabilidad política sin precedentes, la derecha decidió votar en contra del denominado decreto ómnibus, un decreto que contempla numerosas medidas de calado social que beneficiaban directamente a más de 20 millones de españoles. La subida de las pensiones conforme a IPC, el mantenimiento de las bonificaciones al transporte público, la mejora de la financiación de las comunidades autónomas o la prohibición de desahuciar a familias vulnerables se contemplaban en esa iniciativa del Gobierno, por citar algunos ejemplos.
En el PP se frotaron las manos cuando empezaron a echar cuentas y vieron la posibilidad de bloquear el decreto si sumaban sus votos a otros grupos como Vox y Junts. Los estrategas de la derecha sólo pensaban en el desgaste, el ataque y el derribo del Gobierno de España, sin reparar en que los verdaderos perjudicados no eran ni el presidente del Gobierno, ni sus ministros, ni el Grupo Socialista. Los perjudicados eran más de 20 millones de españoles a los que se congelaba la pensión, les subía el precio del transporte público, les recortaba el salario mínimo o les reducía los recursos para sanidad y educación en las comunidades autónomas. Ni cortos ni perezosos, los diputados del PP votaron en contra del decreto y reventaron todas esas medidas, que pasaron automáticamente al limbo.
Lo que probablemente el PP no calculó es que esta operación se les pudiera volver en contra. Y eso es lo que pasó. La sociedad española ha tenido meridianamente claro que el comportamiento de la derecha ha sido mezquino, inhumano y cruel. Un PP que quiso ponerle la zancadilla al Gobierno, pero que acabó dándole una patada a millones de familias de este país. En definitiva, la derecha se ha pegado un tiro en el pie y muy posiblemente estemos hablando del capítulo que vaya a marcar el principio del fin de Feijóo.
Afortunadamente, el Gobierno de España y el PSOE han cumplido con su palabra: el presidente, Pedro Sánchez, dijo que haría lo que fuera necesario, que sacaría los votos de donde hiciera falta, para que ese decreto viera la luz y todas esas medidas puedan entrar en vigor a la mayor brevedad. Ahora el PP ha entrado en modo pánico, consciente de su tremendo error, y quiere recular anunciando que sí va a votar a favor del decreto. Va a votar a favor cuando sus votos ya no son necesarios. Pero su retrato ha quedado dibujado para los restos: si la aprobación de esas medidas dependiera del PP, esas medidas nunca saldrían adelante. Ésta es una lección sobre cómo se las gasta la derecha que conviene que la sociedad española no olvide nunca más.