El Grupo Socialista de la Diputación pide al Gobierno de España un plan de impulso a la reindustrialización en la provincia de Jaén. Esta moción, que se debatirá en el pleno del próximo martes, estará acompañada por otra iniciativa para rechazar el cierre de sucursales financieras en los pequeños pueblos del medio rural
La portavoz del Grupo Socialista, Pilar Parra, explica que la primera moción quiere instar al Gobierno de España a que ponga en marcha urgentemente un Plan de Reindustrialización para la provincia, un plan al que se sumarían las administraciones autonómica, provincial y local, así como Universidad e iniciativa privada.
Asimismo, se pide al Gobierno que modifique el programa de ayudas a la Reindustrialización y que éste “vuelva a las cantidades y condiciones de financiación” que había con el anterior Gobierno socialista. Además, se exige al Gobierno que se comprometa “a traer empresas que se instalen en la provincia”.
Parra considera que Jaén “necesita una discriminación positiva” para superar sus problemas de desempleo y recuerda que Junta de Andalucía y Diputación Provincial están demostrando su “apuesta decidida” por el empleo con numerosas iniciativas y ayudas. Sin embargo, “esto no es suficiente, ya que es imprescindible la acción coordinada de todas las administraciones y desgraciadamente se sigue echando en falta la colaboración del Gobierno central ante este drama del paro”.
La segunda moción presentada por el PSOE insta al Gobierno de España a que legisle para garantizar la presencia de entidades bancarias en las poblaciones rurales. Parra recuerda que el cierre de oficinas en áreas rurales es un serio problema que se inició en 2009. Desde ese año, el número de oficinas se ha reducido en un 31%, pero la banca prevé “otra oleada de cierre de oficinas”, por lo que “lo más duro está por llegar”. En menos de 3 años se cerrarán otras 3.000 sucursales en España, lo que supondrá “la desaparición de las más pequeñas”.
La portavoz socialista denuncia la situación de “exclusión financiera” a la que pueden verse abocados los pequeños municipios de la provincia al quedarse sin sucursal bancaria. De confirmarse, habría destrucción de empleo y los vecinos tendrían que desplazarse a otros municipios para realizar la más mínima gestión rutinaria con su banco. Muchos de ellos no podrían hacerlo y se verían obligados a tener sus ahorros en casa, lo que podría conllevar un efecto colateral de aumento de la inseguridad. Además, varios estudios destacan la relación entre la existencia de una sucursal financiera y la creación de pequeñas empresas en el municipio, especialmente en los menores de 5.000 habitantes.
El PSOE pedirá que se traslade a los bancos que operan en la provincia “la oposición de la Diputación” ante la anunciada reducción del número de oficinas y “los efectos perversos” que esta decisión tendría sobre el empleo, el bienestar, la seguridad, el mantenimiento de la población y el crecimiento económico de los núcleos rurales.
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