Andalucía retrocede con Juanma Moreno
Andalucía ha celebrado un nuevo 28 de Febrero cada vez más teñido de reivindicación desde que las huestes del PP llegaran al Gobierno de la Junta de Andalucía. El espíritu festivo con que se conmemoraba esta efeméride se ha tornado en grave preocupación por los derroteros por los que transita el presente y el futuro de la comunidad autónoma. Nunca en estas 4 décadas se había vivido una etapa de retroceso tan alarmante como la que se está experimentando en este quinquenio liderado por la derecha de Juanma Moreno. Nunca nuestra autonomía había estado tan de capa caída como lo está en la actualidad, presa del estancamiento en la acción política de su administración y de la estrategia de desmantelamiento de los servicios públicos impulsada por sus actuales responsables
En este escenario, el presidente de la Junta de Andalucía se ha parapetado detrás de un colosal aparato de propaganda, con un derroche de fondos públicos sin precedentes para generar la ilusión de una realidad paradisíaca que no existe. El 28 de Febrero, la autonomía andaluza y las señas de identidad de un pueblo han sido reducidas a mero publirreportaje pagado con el dinero de todos. Pero hoy Andalucía no sólo no avanza, sino que está dando pasos atrás. Lo construido en casi 40 años por la sociedad andaluza, empieza a desmoronarse en apenas 5 años de gobierno de la derecha. El sueño de una Andalucía próspera, pujante, igualitaria, equilibrada y solidaria se desvanece a marchas forzadas al ritmo que impone la derecha. Hoy Andalucía es menos Andalucía que en 2019: es un hecho incuestionable que nadie se atreve ya a rebatir.
El hundimiento de la sanidad es el ejemplo palmario de lo que está sucediendo en esta tierra. El PP heredó una sanidad de primera categoría y en apenas 5 años está procediendo a su demolición controlada. Déficit de profesionales, deterioro en la cartera de servicios, listas de espera insoportables en los hospitales y colapso en la Atención Primaria son las constantes habituales de estos últimos años, sin que el Gobierno andaluz les ponga remedio, lisa y llanamente porque su estrategia es hundir el sistema público en beneficio del sector privado.
Tampoco Juanma Moreno está apostando precisamente por la cohesión territorial y estamos asistiendo con estupor e indignación a una estrategia de agravio, enfrentamiento y favoritismos entre provincias, donde Jaén es la que sale peor parada. El PP está convirtiendo a Jaén en la Cenicienta de la comunidad autónoma. Lo hace con sus pírricas inversiones, que nada tienen que con las cifras propagandísticas que venden sin pudor los gerifaltes de la derecha. De ahí que después de 5 años no haya ni un metro de autovía construido, ni el Tranvía de Jaén esté en marcha, ni haya novedades con la Ciudad Sanitaria o la Ciudad de la Justicia. Pero lo hace también con el desprecio, el maltrato y el ninguneo a esta tierra. Jaén ha sido la única provincia donde sus hombres y mujeres, y sus colectivos y entidades, no han sido merecedores de ninguna distinción del 28-F por parte de Juanma Moreno. Todas las provincias han sido reconocidas, Málaga hasta en 5 ocasiones, pero el PP no ha sido capaz de encontrar a nadie en Jaén que esté a la altura del trabajo, el compromiso y el talento que se requiere. Llueve sobre mojado: la Junta no ha impulsado ni una sola medida de ayuda ante las dos cortas cosechas de aceituna que hemos sufrido, ha excluido a Jaén de los decretos de sequía, no ha ejecutado ni una sola obra de abastecimiento, le ha recortado espacio en Fitur e incluso ha rechazado a 4 cooperativas jiennenses que optaban a suministrar el aceite de oliva del 28F en las colegios de la comunidad. Ése es el camino equivocado por el que ha optado el PP y que obliga a mantener la guardia alta incluso en fechas como el Día de Andalucía.