Artículo de Opinión en EL SOCIALISTA

LA MIRADA DE LA OPORTUNIDAD: LA PERSPECTIVA DE GÉNERO

 

Laura Berja 

La crisis del Covid-19 en España está teniendo consecuencias dramáticas. El número de personas fallecidas por esta pandemia mundial no deja de incrementarse al igual que no dejan de crecer las personas afectadas por el virus. El drama personal de esta crisis es incalculable, pero también el drama colectivo puesto que cada persona fallecida es una pérdida que sentimos todas y todos.

El Gobierno de España ha aprobado multitud de medidas para paliar las terribles consecuencias humanas, sociales y económicas de la crisis del Coronavirus. Todas ellas van dirigidas a frenar el virus desde el punto de vista sanitario pero también a que el impacto social y económico que está generando sea el menor posible.

La situación provocada por esta pandemia mundial es inédita para nuestras sociedades modernas. Es el momento de actuar, como lo está haciendo el Gobierno de España, y es el momento también de que el resto de poderes públicos e instituciones analicemos de manera minuciosa cómo impacta esta crisis en nuestra población para proponer actuaciones que con la mayor certeza posible nos lleven a afrontar de manera igualitaria este drama humano, social y económico.

Un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) emitido en 2007 sobre epidemias y enfermedades infecciosas señalaba que “los roles típicos de género condicionan el lugar en el que las mujeres pasan tiempo [la casa, por ejemplo, con personas dependientes]” y, por tanto, “la frecuencia e intensidad de la exposición a determinados agentes infecciosos”.

La ONU ha pedido en estos días que se tenga en cuenta las necesidades especificas de de las mujeres frente a la pandemia del Covid19. Incluso en un informe sobre coronavirus para America Latina y Caribe, pide a los gobiernos que en sus respuestas reflejen “las dinámicas de género”. Lo pidió ONU Mujeres y exhortó a las autoridades de cada país a que se aseguren respuestas que aborden las necesidades particulares de mujeres y niñas.

El Gobierno de España es un gobierno progresista y feminista, que afronta la crisis del COVID con una mirada basada en tres fundamentos:

1) El Estado tiene que dar respuesta con todos sus recursos a la totalidad de la ciudadanía, como dijo el Presidente Sánchez, todos los recursos para toda la ciudadanía.
2)Los servicios públicos son esenciales en esta crisis, de su fortaleza depende la respuesta a la misma.
3) Es prioritario que nadie se quede atrás en la salida de la crisis, tampoco las mujeres.

La contundencia y certeza que está demostrando el Gobierno de España tiene además interiorizada una estrategia que debe aplicarse en todos los casos en la toma de decisiones, la perspectiva de género. Esta perspectiva señala cómo las decisiones políticas asumidas por los gobiernos afectan de manera diferenciada a mujeres y hombres y propone correcciones para poder solventar las consecuentes discriminaciones. También da visibilidad a cuestiones que sin la perspectiva de género no se tendrían en cuenta.
Ante la desigualdad estructural que sufrimos las mujeres en todas las sociedades del mundo, si las medidas asumidas no tienen perspectiva de género el impacto en las condiciones laborales y sociales será menos efectivo y por tanto injusto, tal y como la ONU o la OMS indican.

La situación de confinamiento a la que obliga el estado de alarma se agrava en el caso de las víctimas de violencia de género, es decir la violencia ejercida sobre las mujeres en el seno de la pareja o ex pareja, pero también en la situación del resto de víctimas de violencia ejercida sobre las mujeres (explotación sexual, violencia económica…). Por eso el Gobierno de España ha aprobado un Real Decreto Ley de medidas urgentes para proteger y asistir a víctimas de violencia de género. El Gobierno muestra así su compromiso con las mujeres víctimas, haciendo políticas específicas que solo se impulsan con una mirada igualitaria.

Sin perspectiva de género nunca se habría aprobado una prestación para trabajadoras del hogar y un subsidio para parados o paradas por el fin de contratos temporales (la temporalidad en el empleo está altamente feminizada). Estas medidas junto a toda la cobertura en materia laboral afectan especialmente a las mujeres que son las que asumen la mayor precariedad en el empleo.
La precariedad en el empleo de las mujeres es una cuestión estructural que se agudiza y agrava en situaciones de crisis (Mayor paro, menor tasa de ocupación, mayor parcialidad y temporalidad, mayor penalización laboral de las cargas familiares y mayor vulnerabilidad a ser expulsadas del mercado de trabajo).

Las mujeres fuimos las que pagamos el coste más alto de la crisis económica de 2008 y de la posterior política austericida de los gobiernos del PP de 2011 y 2015. En esta ocasión un gobierno progresista no va a permitirlo.

Saldremos de esta crisis, unidos y unidas, pero sobre todo tenemos la oportunidad de salir de esta crisis más iguales, con menos desigualdad entre mujeres y hombres y con las mismas oportunidades para recuperarnos. Solo así sabremos que la respuesta a la crisis habrá sido la correcta, solo así sabremos que nadie se ha quedado atrás. Y en España solo este gobierno progresista puede garantizarlo.

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