MORENO BONILLA, CONTRA LA LEY DE DEPENDENCIA
El Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero aprobaba e impulsaba hace 18 años la Ley de Dependencia en nuestro país, un hito normativoque confería un nuevo derecho a la ciudadanía española. Se habló, sin temor a exagerar, del cuarto pilar del Estado de Bienestar detrás de la sanidad, la educación y las pensiones. Desde entonces hasta ahora, la aplicación de la ley ha sufrido numerosos vaivenes fruto de los cambios de gobierno en las administraciones. Lo único que ha permanecido estable es el compromiso de unos partidos políticos y la desafección de otros. Por un lado, el compromiso del PSOE, promotor de la ley y máximo defensor de su desarrollo tanto en el Gobierno de España como en la Junta de Andalucía. Por otro lado, el desprecio del PP, que recortó la financiación del Gobierno cuando Rajoy llegó a la Moncloa con Moreno Bonilla como secretario de Estado.
En los últimos 6 años, hemos vuelto a comprobar que esas posiciones respectivas se han consolidado. Con Pedro Sánchez en el Gobierno de España, el Presupuesto para la Ley de Dependencia ha vuelto a crecer exponencialmente, año tras año, acercándose al ideal de la financiación al 50% y aumentando de manera notable los recursos que llegan a Andalucía. Por el contrario, con Moreno Bonilla en la Presidencia de la Junta de Andalucía, la apuesta del Gobierno autonómico ha decaídodramáticamente. Ha decaído hasta el punto de querecibiendo la mayor cantidad de dinero procedente del Gobierno de España de la última década, Moreno Bonilla ha sido incapaz de acabar con las listas de espera y ha disparado el retraso en atender a las personas dependientes hasta los 600 días, una auténtica barbaridad. Sólo en la provincia de Jaén se calcula que unas 700 personas han fallecido esperando la respuesta de la Junta de Andalucía.
En este contexto, Moreno Bonilla ha aprobado un decreto con el teórico propósito de agilizar la concesión de las ayudas, pero que ya estamos comprobando que es otro fracaso absoluto. Antes, el solicitante aguardaba en una lista de espera hasta que recibía una resolución en la que se le notificaba qué derecho tenía asignado. Ahora, la Junta le envía una resolución, pero no le dice a qué tiene derecho y lo mete en otra lista de espera. Da la impresión de que más que arreglar las cosas, Moreno Bonilla quiera maquillar la realidad para intentar ocultarla. De igual modo, es intolerable la aplicación de un aumento del copago de hasta el 60%, lo que va a provocar que muchos usuarios con rentas bajas se autoexcluyan y ni siquiera soliciten los servicios que necesitan por su incapacidad para costearlos.
En definitiva, el PP sigue con el hacha de guerra desenterrada para cargarse la Ley de Dependencia. Es nuestra obligación volver a liderar las reivindicaciones de una parte muy importante de la sociedad a la que la derecha quiere hurtarle un derecho fundamental.