OTRO CURSO ESCOLAR CON LA EDUCACIÓN EN CAÍDA LIBRE
Este mes de septiembre, los centros educativos volvieron a abrir sus puertas para iniciar el nuevo curso escolar. Un nuevo curso con los viejos problemas que la educación pública viene arrastrando desde 2019, el año en que la derecha metió sus zarpas en la Junta de Andalucía y comenzó el deterioro del sistema público. La provincia de Jaén ha vuelto ser testigo de excepción de es
te hundimiento premeditado de la educación pública por parte del PP y de Moreno Bonilla, que no han parado de maquinar desde hace 6 años para ir minando la calidad del sistema educativo público mientras deslizan un evidente trato de favor hacia la enseñanza privada-concertada.
Todo comenzó en 2020, cuando la Consejería de Educación sacó adelante un decreto de escolarización que favorecía el trasvase de alumnado de los centros públicos a los concertados, decreto que encendió a la comunidad educativa y que provocó una convocatoria de huelga. Aquel decreto marcaba la hoja de ruta estratégica del PP, una hoja de ruta que pasaba inexorablemente por el deterioro de la educación pública, de sus infraestructuras y de sus servicios, todo ello con la finalidad tanto de alentar como de justificar ese trasvase de alumnos a unos colegios a otros. Ante el hundimiento de los colegios públicos, las familias se verían obligadas a buscar la escolarización en los privados-concertados. Ése era y sigue siendo el mantra de las políticas de la derecha en materia educativa.
La Junta de Andalucía ha estado cumpliendo escrupulosamente con su parte y eso es algo que hemos podido comprobar un año más en el inicio de curso, con numerosos colegios e institutos donde no se ejecutan las obras anunciadas y donde apenas se lleva a cabo ninguna actuación de conservación y mantenimiento. Centros educativos con ratios elevadas, aulas masificadas y déficit de profesores. Colegios que incluso han sido cerrados por la Junta de Andalucía, 6 de ellos en la provincia de Jaén, en la capital, Bailén, Villacarrillo y Puente Génave. A esto hay que sumar el recorte de 163 aulas de infantil y primaria en toda la provincia desde que gobierna Moreno Bonilla, que se ha dedicado a cerrar unidades y al mismo tiempo a abrir clases mixtas, donde conviven alumnos de distintas edades. Es decir, graves retrocesos en la calidad de la enseñanza. A esto hay que sumar decisiones tan tremendas como el recorte de las horas de intérpretes de lengua de signos en escuelas de adultos y colegios de primaria, recorte que parece que se ha revertido gracias a las denuncias y presiones del PSOE y de los sindicatos.
Para completar el panorama, Juanma Moreno ha disparado el precio de los servicios escolares como Aula Matinal, Comedor y Actividades Extraescolares. Una familia de Jaén paga hoy 286 euros más por hijo que en el año 2019 por estos conceptos, un auténtico atraco a mano armada por parte de un presidente de la Junta de Andalucía que al mismo tiempo se ha subido el sueldo hasta los 90.000 euros y le ha rebajado los impuestos a los más ricos de Andalucía, a los que ha hecho un regalo fiscal de 1.000 millones de euros.
La educación pública todavía puede salvarse. El PSOE lo tiene claro y va a seguir dando la batalla en el Parlamento y en la calle, donde sindicatos, ampas y comunidad educativa en general tienen muy claro que la educación no puede convertirse en un negocio para unos pocos y en un privilegio para quienes puedan costeárselo.