El único que está pisoteando a la provincia de Jaén es Juanma Moreno
Gámez: “La única aceleradora que tiene la Junta en Jaén es la aceleradora de mentiras”
La parlamentaria advierte que Juanma Moreno es el que pisotea a la provincia de Jaén y le exige que “respete” a esta tierra y que le dé “si no lo que se merece, al menos lo que le corresponde”
La parlamentaria socialista Mercedes Gámez afirma que la única aceleradora que la Junta de Andalucía tiene en marcha en Jaén es “la aceleradora de mentiras de Juanma Moreno”. “Esa aceleradora de mentiras funciona a pleno rendimiento, anunciando inversiones que luego no se ejecutan, prometiendo proyectos que luego no se cumplen y tratando a la provincia con la punta del pie”, resume.
Gámez lamenta que el consejero Antonio Sanz “haya vuelto a la provincia de Jaén con el mismo discurso propagandístico y vacío de contenido que ya sólo se tragan los voceros del régimen”, porque la realidad es que el PP y Juanma Moreno “llevan ya 6 años de gobierno y su expediente con Jaén está bajo mínimos, con raquíticas inversiones y notables incumplimientos electorales”.
“Antonio Sanz es uno de los grandes impulsores de la aceleradora de mentiras. Sólo hay que recordar aquella vez que respondió que la Junta ya había ejecutado más de 500 millones de euros en la provincia con la Ciudad Sanitaria y la Ciudad de la Justicia. Todavía no ha pedido perdón por aquella broma de mal gusto”, reprocha.
La parlamentaria socialista señala que es evidente que en esta legislatura la Junta de Andalucía “no va a poner un solo ladrillo de la Ciudad Sanitaria y de la Ciudad de la Justicia”. “Serán 8 años de inutilidad absoluta y de desprecio por la provincia de Jaén, mientras los millones de la Junta vuelan hacia los hospitales, juzgados, tranvías, metros y autovías de otras provincias andaluzas”, sentencia.
Así las cosas, Gámez le recuerda a Antonio Sanz que “el único que está pisoteando a la provincia de Jaén es Juanma Moreno” y le exige por ello al PP que “respete de una vez a esta tierra y le dé, no ya lo que se merece, sino al menos lo que le corresponde por derecho”. “Decían que nos iban a dar lo que nos merecíamos. No nos podíamos imaginar que lo que nos merecíamos era el ninguneo, el abandono y la ausencia total absoluta de inversiones y proyectos de calado”, lamenta.