Artículo de Opinión
LA CONSTITUCIÓN QUE NO VOTARON LAS DERECHAS
La Constitución Española de 1978 y sus derivadas está de actualidad, primero, por su efeméride, su 45 aniversario que cumplirá el 6 de diciembre, día de 1978 en la que se celebró el referéndum de ratificación del pueblo español, tras su aprobación por las Cortes Generales, Congreso y Senado, en sus sesiones plenarias del 31 de octubre y previamente a su sanción por parte del Rey ante las Cortes el 27 de diciembre, siendo publicada en el BOE núm. 311, de 29 de diciembre y, segundo, por sus intentos de politización y patrimonialización de los partidos de la derecha -si bien el partido antecesor del PP como Alianza Popular la mitad de su Grupo o votó en contra o se abstuvo y otros partidos nostálgicos como VOX (FE-JONS o Fuerza Nueva votaron en contra o La Falange (Auténtica) se abstuvieron)- a cuentas de los últimos procesos de Investidura, tras las Elecciones Generales del 23 de julio, y la tramitación parlamentaria de la Proposición de Ley de Orgánica de amnistía para la normalización institucional, política y social en Cataluña presentada por el Grupo Parlamentario Socialista.
No obstante, lo cierto y verdad es que aquellos partidos políticos que hoy dicen hacer todo lo que hacen y decir todo lo que dicen en defensa de la Carta Magna, en la práctica no lo hacen más que en su propia interpretación e interés con la pretensión de deslegitimar, a través del uso de palabras gruesas como dictadura o golpe de Estado, al legítimo Gobierno de España, presidido por Pedro Sánchez, tras haber sido investido por el Congreso de los Diputados por 179 votos a favor.
Por lo tanto, al Partido Popular y VOX, como es propio de una Democracia madura y consolidada, solo le queda reconocer la legitimidad del Presidente del Gobierno y la mayoría parlamentaria, surgida de las elecciones, que los sitúa en la oposición.
La lista más votada, en el sistema electoral español, no es más que una invención del Partido Popular en su propio interés. En España gobierna quien obtiene más apoyos parlamentarios o concejales. El Partido Popular lo sabe y así gobierna en Comunidades Autónomas como Extremadura o Canarias, donde el PSOE fue la lista más votada en las Elecciones Autonómicas y Locales de mayo o en Andalucía, donde Moreno Bonilla llegó a la Presidencia de la Junta de Andalucía en 2018 con el peor resultado de la historia de PP andaluz –que ya de por sí nunca había sido muy bueno- y el pacto con Cs y su acuerdo de gobernabilidad con VOX –la primera vez que la extremaderecha accedió a las instituciones-.