“NUESTRO PRINCIPAL RETO ES LA LUCHA CONTRA LA DESPOBLACIÓN”
Pascual Bermúdez, Alcalde de Benatae
¿Qué ha supuesto para usted convertirse en alcalde de Benatae?
Es un reto que asumo con responsabilidad, ilusión y, sobre todo, con lealtad a un proyecto que apoyaron mayoritariamente las vecinas y vecinos en 2019. Soy consciente de que no fui el cabeza de lista a las elecciones y, por ello, mi gestión al frente del Ayuntamiento va a estar marcada por la humildad de quien quiere ser de gran utilidad a sus vecinas y a sus vecinos respetando, en todo momento, el programa de gobierno que, desde entonces, venimos desarrollando. Un programa de gestión sostenible, con perspectiva de género, inclusivo, centrado en el bienestar social y con un especial interés en las personas mayores y en nuestra gente más joven.
Benatae ha experimentado una importante transformación en las últimas dos décadas…
Sobre la gestión de los últimos años se puede hablar de la transformación económica que ha experimentado nuestro pueblo porque desde hace dos años no tenemos deuda y acumulamos un remanente de tesorería de 200.000 euros. Se puede remarcar la transformación urbanística con la aprobación del Plan General de Ordenación Urbana en 2014 y la renovación integral del saneamiento de todas las calles, así como la construcción de un polígono industrial. Se puede remarcar la apuesta por el deporte con la modernización de las instalaciones deportivas. Se puede apuntar la transformación ambiental con la recuperación de zonas verdes y la creación de nuevos espacios para la práctica deportiva en el medio natural. Ahora bien, si hay un hecho que destaca la transformación de Benatae, es la consolidación de un clima social excelente que permite un ambiente de colaboración único en el que siempre se está dispuesto a echar una mano a la vecina o al vecino que lo necesita.
Benatae atraviesa ahora una situación complicada por el Covid. ¿Cómo se ha trabajado desde el Ayuntamiento frente a esta pandemia?
Desde el primer día, el Ayuntamiento ha puesto todos sus recursos a disposición de nuestra gente, como la puesta en marcha de un servicio a domicilio para las personas mayores, así como se ha reforzado la comunicación, sobre todo, durante el confinamiento de marzo, abril y mayo. Además, tengo que reconocer el comportamiento excepcional de nuestras vecinas y vecinos, que consiguieron confeccionar cerca de 10.000 mascarillas en apenas un mes, han desinfectado calles con sus propios vehículos y han ayudado a las familias que cumplían cuarentena. Desde el Ayuntamiento estamos trabajando en un programa de medidas a la hostelería con iniciativas como la exención de tasas por terrazas y, ante la falta de apoyo de la Junta de Andalucía, queremos poner en marcha un plan de empleo con fondos propios.
¿Cuáles son los grandes retos para la segunda mitad del mandato?
La lucha contra el despoblamiento es nuestro principal reto. Estamos trabajando en el embellecimiento de Benatae, en la promoción turística con el deporte en la naturaleza como nuestro principal activo, así como en la recuperación de nuestro patrimonio cultural. Ahora bien, nos hemos fijado como nuestro gran objetivo la creación de un foro de debate nacional que aborde el despoblamiento desde áreas como la educación, el empleo, la sanidad o el desarrollo sostenible. La pandemia que estamos sufriendo nos ha demostrado que la zona rural es un lugar único frente a coronavirus de este tipo por la densidad de población y, sobre todo, por la calidad de vida. Estamos ante una gran oportunidad de repoblar nuestros pueblos gracias al teletrabajo que ha llegado para quedarse pero, para ello, tenemos que ser capaces de mantener la escuela pública, una calidad asistencial en los consultorios médicos que estos dos últimos años se ha visto muy mermada y, cómo no, tenemos que mejorar las comunicaciones con la construcción de la A-32.
¿Hay buena coordinación con otras administraciones?
Planes provinciales, apoyo a municipios, PFEA, renovación del alumbrado público, puesta en marcha de la depuradora de aguas residuales, regeneración de zonas verdes; estos son algunos de los planes y programas que se desarrollan en nuestro pueblo gracias a la coordinación con la única administración que nos escucha a los pueblos más pequeños, la Diputación Provincial. Que escucha y que entiende las características del mundo rural al asumir nuestros problemas como propios con el objetivo de encontrar la solución. En el otro extremo tenemos a una Junta de Andalucía que no hay quien la reconozca. Nos intentaron cerrar la escuela hace dos años, al consultorio viene un médico diferente cada día, no asumen sus competencias de limpieza del monte público, el mantenimiento de la carretera es precario y llevamos meses esperando a que delegados como el de Fomento y Cultura encuentre un hueco en su agenda para cerrar una reunión. ¡Es un desastre! Por ejemplo, en la gestión de la pandemia, donde la encomiable labor de los profesionales sanitarios está manteniendo con pinzas el sistema sanitario público, nos han obligado a trasladar a personas dependientes a más de 20 kilómetros para que puedan recibir su vacuna cuando estábamos con cierre perimetral y no han escuchado las peticiones de cribado con tasas cercanas a 3.000 en el mes de noviembre. Hablamos de una política, la de la Junta de Andalucía, basada en la propaganda y vacía de contenido que está deteriorando lo público, agrandando la brecha social y setenciando al mundo rural. Es para reflexionar.