Ridícula situación
El delegado de Educación no arregla la crisis de los comedores, pero vende como propio un programa de refuerzo de la dependencia que lleva 13 años funcionando
Mercedes Gámez ve “ridículo” que Sutil intente sacar pecho con un programa que está en marcha desde 2006 y que tiene una cuantía idéntica a la del año pasado, cuando había un gobierno socialista
Mercedes Gámez
El PSOE de Jaén recuerda que el programa de refuerzo de la Dependencia que ha intentado hoy vender como propio el delegado Antonio Sutil “es un programa que lleva 13 años aplicándose en Andalucía” y que, de hecho, la cuantía anunciada hoy “es la misma que el año pasado, cuando todavía había un Gobierno socialista en Andalucía”.
“Por tanto, la Junta de derechas vuelve a intentar ponerse medallas que no le corresponden y a intentar aprovecharse de la herencia recibida del PSOE, una buena herencia de políticas sociales que, eso sí, PP y Ciudadanos están empezando a desmantelar con paso firme”, advierte Mercedes Gámez.
La parlamentaria socialista ve “ridículo” que Sutil haya intentado hoy sacar pecho “con un programa de refuerzo de la Dependencia que lleva en funcionamiento desde el año 2006”, es decir, con los anteriores Gobiernos socialistas, y que sin ir más lejos “el año pasado ya destinó cerca de un millón de euros a la Diputación y a los ayuntamientos mayores de 20.000 habitantes, con cuantías idénticas a las anunciadas hoy”.
“El delegado, en vez de arreglar la histórica crisis de los comedores escolares, se dedica a vivir de las rentas heredadas de la gestión socialista. Bien haría en dedicar la mitad de ese esfuerzo a restablecer el servicio de comedor para más de 1.500 familias que han sido abandonadas por la Junta, por Moreno Bonilla y por su Consejería de Educación”, resume.
Gámez subraya que “sólo faltaría que la Junta también se cargara este programa de refuerzo de la Dependencia”. “Si el señor Sutil quiere que le demos las gracias por no suprimir este programa impulsado por administraciones socialistas, se las damos. Pero de ahí a atribuirse esta medida como si hubieran venido a salvar los servicios sociales comunitarios, hay un abismo”, concluye.