100 AÑOS PARA EL ADN DEL PSOE
La Agrupación Provincial del PSOE de Jaén cumple la nada desdeñable cifra de 100 años. Todo un siglo para una organización política que atesora una trayectoria jalonada de hitos como referente social y de progreso para la ciudadanía a lo largo de diferentes etapas de la historia. En las elecciones generales de 1919, el joven PSOE de Pablo Iglesias concurría a las urnas junto al Partido de Unión Republicana Autonomista y la Federación Republicana, obteniendo unos discretos 15 escaños. Hoy el PSOE no sólo es un partido de Gobierno fundamental para entender la modernización y el avance de España –así lo atestiguan los periodos 1982-1996 y 2004-2011–, sino que en las últimas elecciones generales ha vuelto a ser la fuerza más votada con amplia diferencia sobre el segundo y únicamente no ha podido formar gobierno por el egoísmo irresponsable de los grupos de la oposición.
En el caso de Jaén, sería extremadamente curioso poder preguntarle a los fundadores de la Federación Provincial, allá por ese conflictivo año 1919, si imaginaban que la organización que estaban alumbrando ese 2 de octubre iba a convertirse en el gran partido político de la provincia de Jaén, en el gran referente político y social de los municipios y comarcas de esta tierra, de sus hombres y mujeres. Nunca sabremos si sus ambiciones eran más modestas.
El caso es que el sueño de una decena de agrupaciones locales socialistas se convirtió en realidad con el paso de los años y de las décadas. El partido fue creciendo en número de militantes y en predicamento social. Representó con dignidad los intereses y los derechos de la clase trabajadora en una provincia como ésta, donde el atraso secular era una lacra que impedía todo desarrollo. Con la organización en incuestionable expansión, irrumpió la que ha sido, sin lugar a dudas, la peor época de nuestra historia contemporánea: la guerra civil y la dictadura franquista, que trajeron represión, clandestinidad y exilio.
La recuperación de la democracia trajo consigo un PSOE de Jaén fuerte, una organización política plenamente activa y totalmente imbricada en el territorio. Los socialistas y las socialistas eran el referente cercano para los hombres y mujeres de nuestros municipios, porque eran vecinos y vecinas como ellos y ellas, que luchaban por la igualdad, que reivindicaban la libertad y que peleaban por un futuro mejor para sus pueblos, muchas veces a costa de incontables sacrificios personales, a costa de vivir con miedo y con temor a que pudiera pasarles algo a ellos o a sus familiares.
Ahí estaba el ADN del PSOE, ese ADN compuesto por principios y valores como dignidad, igualdad, libertad, tolerancia, respeto, convivencia, democracia, municipalismo y defensa del medio rural, mano a mano con sus gentes, codo con codo con sus vecinos y vecinas. Ahí estaba la grandeza del PSOE de Jaén y de su militancia. Y ahí estaban los siempre clarificadores resultados electorales: 40 años de triunfos prácticamente ininterrumpidos en las urnas de la provincia. Es cierto que quedan todavía asignaturas pendientes en Jaén, pero nadie puede negar los avances experimentados, el crecimiento de nuestros pueblos, el desarrollo y diversificación de la economía, las infraestructuras impulsadas o los servicios públicos que hoy garantizan la igualdad de oportunidades independientemente de donde se viva, ya sea la capital, Linares o el último núcleo paradisíaco en la Sierra de Segura.
Este compromiso no nace del oportunismo, ni de la casualidad. Tiene el pedigrí de una organización política centenaria, que acumula 10 décadas de trabajo por mejorar la vida de la gente y hacer justicia con una provincia que ha sufrido durante demasiado tiempo y que sigue mereciendo el más esperanzador futuro para sus generaciones presentes y venideras. En este camino, tortuoso a veces, gratificante siempre, estarán todos y cada uno de los militantes socialistas, arrimando el hombro. Porque así se escribe la historia de los pueblos.